Las Ferias de Libro

Para nadie es una sorpresa ir a una Feria de Libro y darte cuenta de que en realidad no hay precios accesibles, que encuentras los mismos libros que en cualquier librería de cadena comercial, que encuentras debates y conversaciones que sin problemas pueden ser transmitidas en línea o ver las mismas discusiones en hilos de Twitter.

Imagen: Cuartoscuro

Entonces, ¿Para qué sirve una Feria de Libro?

Las ferias de libro en principio hay que entenderlas desde el punto de vista comercial, la literatura y el libro como cualquier otro arte también son un negocio, y en ese sentido, las ferias sirven como lugar para reunir y promocionar el negocio de las editoriales, autores y libros para tener un lugar donde reunir a los consumidores.

La segunda visión que tengo de estos espacios es que en algunas ferias de libros se ven como lugares de activismo político, esta es el segundo espacio de promoción de según qué libros y autores, las ideología mueven muchos sentimiento y muchas ventas, no por nada las empresas se suman mucha veces a estas actividades y las editoriales y Ferias de Libro no son la excepción, en muchas de ellas vemos un claro sesgo ideológico y no es que nos parezca mal, las ideologías ven cada espacio como espacio para hacer proselitismo y actividad política; sin embargo, es preciso preguntarnos si este debe de ser el espacio adecuado.

Para nosotros las ferias de libro deberían de ir más allá que el mero espacio físico donde vender y comprar libros, o el espacio donde reafirmar tus ideas políticas.

Las Ferias de Libro deberían de ser espacios de reflexión principalmente artística y estética, donde discutir sobre el fenómeno de la literatura y su desarrollo y no ver la literatura como medio para la consecución de algo, dinero o alcance político, aunque entendemos que estas son dos elementos que no podemos sacar de la ecuación, si queremos que siga habiendo literatura, deben de haber dinero suficiente para hacerlo.

Quizás lo que queda como lectores y divulgadores de literatura es intentar y promover de forma activa la buena literatura y que los consumidores (lectores) nos hagamos más exigentes con estos espacios y utilizarlos a nuestro favor y en favor de una mejor literatura.